Regresión de sueño de los 4 meses: un cambio en sus ciclos de sueño

Crisis de sueño de los 4 meses

La regresión de sueño de los 4 meses es la más frecuente, llegando para alterar el descanso de muchas familias al completo.

Cuando un bebé que antes dormía bien, empieza a despertarse mucho por la noche, a costarle quedarse dormido y a llorar cada vez que se le intenta acostar, está pasando por una regresión de sueño.

Una vez superada la crisis de sueño del bebé de 4 meses, su manera de dormir será totalmente diferente a la que tenía antes.

A los 4 meses la regresión del sueño se caracteriza porque empiezan a tener fases de sueño similares a los adultos, disminuyendo el descanso REM (activo) y aumentando el sueño profundo ⁽¹⁾ .

¿Cuánto dura la crisis de sueño de los 4 meses?

Generalmente, las regresiones de sueño pueden durar entre 2 y 6 semanas, aunque en algunos bebés la crisis de 4 meses se supera en cuestión de días.

La duración de la crisis de sueño de los 4 meses no está clara, ya que supone un antes y un después en el descanso del peque: nunca volverá a dormir como lo hacía antes, por lo que no se supera la crisis: madura el sueño del bebé.

Pronto irá descansando mejor, aunque pasen unos terribles días o semanas en los que sientas que tu bebé de 4 meses no duerme.

Piensa que tiene que darle tiempo a acostumbrarse a estos cambios en su ciclo de sueño. Además, muchas veces se junta con la incorporación de mamá al trabajo, siendo aún más difícil para ellos, agrabándose la crisis de los 4 meses.

Síntomas de la regresión de sueño de los 4 meses

Existen una serie de comportamientos característicos de la crisis del sueño, considerándose que la regresión de sueño de los 4 meses presenta ciertos síntomas.

En concreto, en la crisis de 4 meses del bebé el sueño se ve afectado de la siguiente forma ⁽²⁾ :

• Constantes despertares nocturnos, en ocasiones cada hora o incluso más frecuentes, no haciendo las horas de sueño necesarias para su edad. Hay casos en los que un bebé de 4 meses se despierta mucho, incluso cada media hora.
• Comienza a acortar las siestas, pudiendo por ello hacer más de las que hacía antes, pero al ser tan cortas no descansa.
• Se despierta muy temprano por la mañana, y suele ser imposible conseguir que vuelva a dormirse: está totalmente desvelado.
• Le cuesta mucho quedarse dormido. Conciliar el sueño se convierte en algo muy complicado, necesitando que lo cojas en brazos, y poniéndose a lloriquear cada vez que le echas en la cuna.
• Llanto desconsolado. Bebés que hasta ahora no habían llorado al acostarse pasan a ponerse muy irritables cada vez que les acostamos, pudiendo afectar también a las siestas.

Si tu bebé en la crisis de los 4 meses tiene estos síntomas puede estar afectándole a sus horas de sueño, durmiendo menos de lo necesario para su edad:

Qué hacer en la crisis de sueño de los 4 meses

Las crisis de sueño no sólo afectan al bebé, sino al descanso de toda la familia, ya que el sueño acumulado puede con cualquiera.

Para intentar que la regresión de sueño de los 4 meses del bebé dure lo menos posible, intenta centrarte en su descanso:

• Ten siempre una buena rutina de sueño. Esto ayudará al bebé a entender cuándo llega la hora de dormir. Hazlo también para las siestas: todos los días del mismo modo, y a las mismas horas aproximadamente.
• Controla sus ventanas de sueño: el tiempo que pasa despierto entre siesta y siesta, que a esta edad es de 90-120 minutos. Si esperas más para acostarle no tendrá más sueño: estará sobrecansado, le costará más conciliar y cuando duerma descansará peor.
• Vigila sus señales de sueño: no esperes a que esté demasiado cansado para llevarle a la cuna.
• Cuidado con introducir nuevos apoyos de sueño: los hábitos a los que le acostumbres serán muy difíciles de quitar después: dormirle en brazos, palmaditas en el culete, objetos de apego...
• Asegúrate de que su entorno de sueño es adecuado: una habitación oscura, en la que no haga demasiado calor. El ruido blanco de fondo, o arrullar a tu bebé puede ayudarte a que se sienta seguro y concilie mejor el sueño.

Ante todo, lo más importante es tener mucha paciencia con ellos, y darles todo nuestro cariño y amor. Es una fase que terminarán superando, y necesitan nuestro apoyo incondicional para ello.

También es importante seguir con las medidas de prevención de muerte súbita ⁽³⁾ : que la cuna esté despejada, acostar al bebé siempre boca arriba, sin abrigarle en exceso ni que hace en el dormitoria temperaturas superiores a los 21 grados.

Estas medidas consiguieron disminuir drásticamente los casos de muerte súbita ⁽⁴⁾ , por lo que siguen recomendándose a día de hoy.