¿Cuándo empiezan a andar los bebés? Algunos lo hacen entre los 9-12 meses, otros tardan más no lanzándose hasta los 14-15... pero hasta los 18 meses no deberías consultarle a un pediatra: cada bebé va a su ritmo. En esta guía tendrás consejos para saber cómo enfrentarte a sus primeros pasos.
Según van creciendo, los bebés van cumpliendo los distintos hitos en su desarrollo: una vez que aprendan a mantenerse sentados solos lo siguiente que querrán hacer es desplazarse de manera autónoma.
La mayoría de los bebés, empiezan entre los 8 y los 10 meses a gatear, moviéndose apoyando manos y rodillas en el suelo. Esto les hará desarrollar la musculatura necesaria para caminar.
Otros sin embargo se saltan la fase de gateo, y empiezan a caminar directamente. En este caso, suelen empezar algo antes, ya que al no tener forma de desplazarse centran sus esfuerzos en aprender a andar.
Esto significa que aunque muchos anden cuando cumplen el año de vida, no debes preocuparte si tu bebé con 15 meses no anda: es cuestión de tiempo que adquiera la suficiente fuerza y técnica.
Entonces, ¿con qué edad empiezan a andar los bebés? Generalmente entre los 9 y los 12 meses, aunque esto cambia mucho, habiendo algunos que no dan sus primeros pasos hasta los 14-16
. No compares a unos bebés con otros. Cada uno es diferente y tiene su ritmo. Sólo debemos tener paciencia, y aportarle un entorno seguro en el que poder practicar sus nuevas habilidades.Cuando menos te lo esperes, estarás corriendo detrás de tu hijo, pero no te preocupes porque habrá unas señales que te van a avisar de que tu bebé va a empezar a caminar en cualquier momento y así te vayas preparando.
Si ves que tu hijo ya no se conforma con gatear y empieza a usar apoyos para ponerse de pie, o incluso es capaz de mantenerse durante unos segundo sin apoyos...vete comprando algo para proteger las esquinas de tus muebles.
También notarás como empieza a cambiar su peso de un pie a otro cuando está sobre sus piernas, de esta forma comienzan a trabjar en su equilibrio. Pronto va a querer usar algún juguete con ruedas para desplazarse o pedirá ayuda a sus padres para ir de un sitio a otro. Es cuestión de días que empiece a caminar sin ningún tipo de ayuda externa.
Aunque hayamos visto desde pequeños la imagen de madres y padres poniendo a un bebé de pie para que estire las piernas y soporte su peso: esto no debería hacerse.
No hay que enseñar a andar al bebé. Ellos tienen que ir poco a poco consiguiendo hitos evolutivos con los que van ganando tono muscular en cuello, brazos, piernas y espalda: aprender a girarse, sentarse, gatear... y luego caminar.
No busques cómo enseñar a andar a un bebé, ellos deben aprender poco a poco. Si les ponemos de pie antes de tiempo, podrían torcérsele las piernas: aún no están preparadas para soportar su peso.
Lo único que podemos hacer, si el bebé ya tiene más de 14-15 meses y sigue sin mostrar interés en caminar, es motivarle: estimular al bebé para andar, sin forzar en ninguna
.Lo primero: el bebé debe hacerlo solo, apoyándose en objetos fijos como muebles de casa. Nunca debemos comprarle tacatás o andadores. Estos lo único que conseguirán es que aprendan a caminar de una manera no natural.
Si tu bebé de 14 meses no anda, existen algunos ejercicios para estimular a andar:
Cuando anda un bebé, no lo hace de la noche a la mañana. Tiene que seguir una serie de etapas antes de dar sus primeros pasos:
Para que este proceso se dé de la manera más natural posible, es muy importante que no interfiramos y forcemos al bebé a andar cuando aún no está preparado.
Si el bebé aún no es capaz de ponerse de pie solo con un apoyo, cogerle de las manos y estimularle a andar solo servirá para que coja malas costumbres: necesita desarrollar la musculatura antes de pasar a la etapa siguiente.
Algo muy importante es dejar que los primeros pasos del bebé sean descalzo, o con un calcetín fino. Los bebés obtienen mucha información sobre equilibrio de la planta del pie: si les calzamos, la pierden.
De hecho, no se recomienda calzar al bebé en casa hasta que sea capaz de dar 10 pasos de manera autónoma, o evidentemente, si estamos en la calle, en un parque o en cualquier lugar en el que pueda pincharse con algo los pies.
Por esta misma razón, a la hora de elegir zapatos debemos coger uno muy flexible, blandito y ligero, de punta ancha. Tenemos que ser capaz de doblarlo por completo con una sola mano, y poder torsionarlo, como si se tratase de una fregona.
Cada bebé tiene un ritmo evolutivo diferente, y el echarse a caminar no iba a ser menos.
Aunque hay bebés que con 9 meses andan, esto es muy temprano para lo que suele hacer el resto. Algunos no andan hasta los 12, o incluso bebés que con 16 meses no andan.
Con cuántos meses anda un bebé depende en gran parte del tiempo de juego libre al día, cerca de muebles que le puedan servir de apoyo para que poco a poco vaya cogiendo tono muscular y equilibrio.
La fecha límite para preguntar al pediatra se considera el año y medio: si tu bebé con 18 meses no anda, conviene consultarlo.
En muchos casos es cuestión de paciencia, ya que hay niños que evolucionan más lento, siendo esto especialmente común en los que han nacido prematuros o los que tienen obesidad, que debido al sobrepeso les cuesta mucho más moverse.
Si te preocupa que tu bebé aún no camine, puede interesarte hacerle un seguro privado de salud. Así tendrás a fisioterapeutas pediátricos para que le valoren siempre que lo necesites.
Hazle a tu bebé un seguro de salud
Porque todavía no tiene la fuerza muscular, el equilibrio ni la técnica necesaria. Aún tiene una edad muy buena para aprender a andar, considerándose normal que no lo empiecen a hacer hasta los 18 meses.
A ninguna. Los tacatás y los correpasillos no son buenos para el desarrollo del bebé ya que les enseñan a andar con un punto de apoyo, y no es así como andarán en el futuro. Están totalmente desaconsejados por pediatras y fisioterapeutas.
En casa debe estar siempre descalzo, y si el suelo está frío, con un calcetín de andar por casa en el que la planta no resbale.
Para salir a la calle, debe usar zapatos de goma blanda, muy flexible, y de punta ancha, que permita que el pie esté lo más parecido a descalzo.
Debes proporcionarle un entorno seguro: no puede haber nada a su alcance que suponga riesgo de atragantamiento, tapar los enchufes, proteger esquinas, anclar muebles a la pared que se le pudieran caer encima...
En definitiva, seguir las pautas de prevención de accidentes para bebés.