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Las crisis de lactancia aumentan tu producción de leche materna

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Última actualización: 22 de junio de 2023
Laura Remolina
20 personas han leído este post en los últimos 12 meses

Las crisis de lactancia son momentos que coinciden con brotes de crecimiento: el bebé necesita comer más por lo que aumenta la demanda del pecho, pidiendo tomas a todas horas. Su continua succión consigue su objetivo: que pronto tengas más leche y la situación se normalice.

Crisis de lactancia: brotes de crecimiento en bebés

Las crisis de lactancia son rachas en las que el bebé está muy demandante: pide pecho a todas horas, parece no saciarse, llora y se arquea a mitad de toma... llegando a darnos la sensación de que no tenemos suficiente leche o se queda con hambre.

Coinciden con crisis de crecimiento en los bebés, que necesitan comer más cantidad y por ello estimulan a todas horas el pecho hasta lograr su objetivo: que tengas más leche.

Las crisis en los bebés suelen ocurrir siempre en las mismas edades: a los 20 días de vida, a las 6 semanas, 3 meses, 6 meses, 1 año y 2 años (1) .

El hecho de que a estas edades existan crisis de lactancia no quiere decir que tu bebé tenga que pasar necesariamente por todas.

Podría de hecho no tener ninguna, pero cuando en esas edades aumenta de golpe la demanda del bebé, se debe a los brotes de crecimiento del lactante.

Nuestra opinión experta

Son momentos muy desesperantes para la madre, llegando a poner en peligro la lactancia: estás agotada, el bebé sólo quiere estar en el pecho y te crea la falsa sensación de que tu leche ya no es suficiente, como si se quedase con hambre.

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Laura RemolinaRedactora experta en salud infantil

Primera crisis de lactancia: crisis de los 20 días

Desde la toma de calostro, los bebés son bastante regulares en sus tomas los primeros días de vida, dedicándose a comer, dormir y viceversa.

A los 17-20 días de vida se da el primer brote de crecimiento del recién nacido, traduciéndose en una crisis de lactancia:

Quieren mamar todo el rato, cada 30 minutos, llorando desconsoladamente cuando se les quita del pecho. En ocasiones llegan a regurgitar después de mamar pero quieren seguir mamando.

Básicamente, el bebé ya no quiere estar en ningún sitio que no sea tu pecho. Paciencia: como el resto de crisis de crecimiento, al estar todo el rato mamando estimulará tu producción, y cuando así sea se tranquilizará y demandará menos.


Crisis de lactancia de las 6 semanas

La segunda crisis de lactancia o crisis de crecimiento llega al mes y medio de vida del bebé, cuando tiene 6-7 semanas aproximadamente.

Vuelve a ocurrir una situación similar al brote de crecimiento anterior: el recién nacido va creciendo y necesita más leche, así que estimulará el pecho a todas horas para conseguirlo.

El bebé estará más demandante, aumentando tanto lo que mama por toma como especialmente el número de tomas.

Además, lo más molesto para la madre no es eso, sino que cuando mama lo hace nervioso: da tirones, llora de repente mientras mama, tira del pezón arqueando la espalda, como queriendo alejarse del pecho...

Se piensa que esta crisis de lactancia de 1 mes y medio se debe a que hay un cambio en la composición de la leche: pasa a tener un sabor más salado. Pero tranquila, se terminará acostumbrando.

Las señales del bebé puede hacernos pensar una vez más que se queda con hambre, que ya no hay leche, cometiéndose en muchos casos el error de suplementar con biberón.


Crisis de lactancia de los 3 meses

Es una de las crisis peores, especialmente por cuánto dura: la crisis de los 3 meses tarda en pasarse alrededor de un mes, y en ocasiones llega a solaparse con la regresión de sueño de los 4 meses. Muchas madres abandonan aquí la lactancia materna.

Un bebé de 3 meses ya es todo un experto mamando, por lo que cuando mama lo hace muy rápido, en apenas unos minutos, y sus tomas empiezas a ser más dispersas. Ya no se queda largos ratos relajándose al pecho.

Esto puede ser interpretado por la madre como un rechazo, lo cual se junta con que empiezas a notar el pecho muy blando (2) .

Las tomas del bebé durante el día son una auténtica locura, y se debe al propio desarrollo del bebé: sus sentidos están en plena función y tiene tanto interés y curiosidad por todo que la teta deja de ser su prioridad.

Los bebés ya ven y oyen perfectamente, por lo que cualquier cosa que sucede alrededor hace que suelte el pecho: un sonido en la calle, alguien que entra en la habitación, que mamá estornude...

Cuando está dormido es el único momento en el que el bebé mama como antes. Tomas largas y tranquilas, sin soltar el pecho ni llorar.

Esto, sumado a que el bebé empieza a ganar menos peso (es completamente normal) y a que empieza a hacer menos cacas al día o incluso ninguna, crea en mamá la sensación de que está pasando hambre.

Además de las continuas veces que suelta el pezón, en la crisis de los 3 meses los bebés lloran durante las tomas, especialmente al principio.

Se debe a un cambio en la producción de la leche. Antes según mamaban salía leche, mientras que ahora al empezar a mamar tarda unos 2 minutos en producirse, lo que les enfada y lloran.

Los bebés se desesperan porque no están acostumbrados a tener que esperar, y tardan en acostumbrase más o menos un mes, lo que dura la crisis de lactancia de los 3 meses.


Falsa crisis de los 4 meses

A menudo la crisis de los 3 meses llega a solaparse con la falsa crisis de lactancia de los 4 meses.

A los 4 meses no hay ninguna crisis de lactancia, sino una crisis de sueño, conocida como regresión de sueño de los 4 meses.

Los bebés cambian su manera de dormir, lo cual es un proceso normal en su maduración del sueño, pasando a hacerlo de manera más similar a los adultos, pero en ese tránsito se despiertan muchas veces en la noche, y sólo el pecho les calma.

Esto, sumado a que en muchas ocasiones llega cuando aún no has terminado la crisis de lactancia de los 3 meses, puede llegar a ser muy desesperante, culpando al pecho y abandonándose tristemente muchas lactancias.

Nuestra opinión experta

Es una crisis y como todas las demás pasará. Hay que tener paciencia y entender que es necesaria para su maduración. Ofrece mucho el pecho ya que sólo así conseguiréis avanzar.

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Laura RemolinaRedactora experta en salud infantil

Crisis de lactancia de los 6 meses

La crisis de los 6 meses no se considera en muchas ocasiones crisis de lactancia como tal, ya que coincide con la introducción de la alimentación complementaria.

Hasta ahora el bebé sólo había tomado leche, pero según vamos introduciendo alimentos nuevos pueden pasar dos cosas:

  • Que la curiosidad del bebé haga que ahora sólo quiera alimentos nuevos, rechazando el pecho de la madre.
  • Que el peque no tenga ningún interés por la alimentación complementaria, y sólo quiera seguir tomando leche como hasta ahora: la más frecuente.

Esta situación de rechazo de uno u otro alimento puede extenderse una o dos semanas, hasta que el bebé normalice la situación y vaya aceptando el cambio.


Crisis de lactancia de 1 año

Cuando los bebés tienen 12 meses, empiezan a crecer más despacio, lo cual se traduce en una menor necesidad de comer: baja su apetito.

Empiezan a dejar mucha comida en el plato, llegando a prácticamente no comer nada a lo largo del día.

De nuevo, lo único que les interesa es el pecho, aumentando considerablemente la demanda. En muchos casos se recomienda a la madre destetar, cometiéndose un grave error.

El pecho sigue siendo muy alimenticio, por lo que si cuando el bebé está comiendo menos alimentación complementaria le destetamos, lo único que vamos a conseguir es que no coma ni una cosa ni la otra.

Esta situación llega a alargarse hasta los 15-18 meses, momento en el cual vuelve a aumentar su apetito y todo se normaliza de nuevo.


Crisis de lactancia de 2 años

Esta crisis no es sólo de lactancia, sino de una etapa en los bebés necesaria en su crecimiento.

Los 2 años se considera la adolescencia de los bebés, llegando a llamarse "adoslescencia". Dicen que no a todo y ya son más independientes, pero su inseguridad les lleva a frustrarse.

En consecuencia a las inseguridades que les crean los cambios, parece que lo único que les consuela sea la teta, llegando a querer mamar con la frecuencia de un recién nacido.

Su manera de pedir el pecho es muy inquisitiva, enfadándose mucho si se les niega, lo cual se hace una situación agotadora para la madre, que tantos esfuerzos ha hecho por mantener la lactancia hasta los 2 años de vida.


Cómo actuar ante las crisis de lactancia

El mejor consejo que puedes recibir es que hace falta mucha paciencia. Las crisis de crecimiento forman parte de su maduración, y hay que pasarlas como parte de su crecimiento.

En menores de 6 meses, que sólo se alimentan de leche materna la mejor manera de que las crisis de lactancia duren lo menos posible es ofrecer, ofrecer y ofrecer el pecho todo el día: literalmente.

El objetivo de la crisis de lactancia es que aumente la producción de leche para cubrir las nuevas necesidades del bebé. Cuanto más pecho ofrezcamos y más succione, más rápido conseguiremos tener más leche.

Sin embargo, si intentamos distraer al bebé o no ofrecemos el pecho cada vez que lo pida, lo único que estamos haciendo es alargar la situación, pudiendo durar en vez de días: semanas.

Nuestra opinión experta

Aunque tengas la sensación de que no tienes suficiente leche y el bebé se queda con hambre... ¡no es cierta! Nunca suplementes con leche artificial. Sólo conseguirás que tu producción de leche vaya bajando poco a poco, ya que el pecho ya no tendrá que producir tanto, y habrás puesto fecha fin a la lactancia.

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Laura RemolinaRedactora experta en salud infantil

En mayores de 6 meses: paciencia y comprensión. Están descubriendo el mundo y aunque les fascine, siguen siendo bebés, teniendo fases regresivas y por ello demandando más: necesitan nuestro apoyo.


Preguntas frecuentes sobre las crisis de lactancia

¿Por qué mi bebé sólo se calma al pecho?

En las crisis de lactancia el bebé pide pecho constantemente. En general, se acompañan de brotes de crecimiento, por lo que el bebé demanda más leche, succiona más y consigue así que en cuestión de días nuestra producción se incremente.

¿Cómo espaciar las tomas del bebé?

Si el bebé está más demandante es porque lo necesita. Intentar espaciar las tomas, aunque sea más cómodo puntualmente, a corto plazo es peor, ya que al mamar menos tardará más tiempo en aumentar nuestra producción, haciendo que la crisis de lactancia se alargue más de lo normal.

¿Cómo reconocer una crisis de lactancia?

El bebé pide pecho todo el rato, pero cuando mama lo hace de forma caótica, como si se peleara con la teta: llora mientras mama, arquea la espalda y patalea enfadado, tira del pezón... Sólo quiera estar mamando, pero cuando lo hace muestra enfado y nerviosismo.

Fuentes del artículo
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    Personas que han participado en este post:

    Laura RemolinaRoams
    Actualizado por Laura Remolina

    Laura es graduada en biotecnología y doctora en fisiología animal por la Universidad de Salamanca. Ha dedicado más de 5 años a la investigación y cuenta con publicaciones en revistas americanas del sector. En Roams, Laura es Directora de Innovación y se encarga del área de Peques, aportando además de sus conocimientos en ciencia, los obtenidos del día a día de su propia maternidad.

    Nadia Pérez
    Editado y revisado por Nadia Pérez