La lactancia materna tiene innumerables beneficios, estando recomendada por todos los especialistas. Es importante hacerlo de manera correcta ya que sino tendremos dolor en el pecho y grietas en el pezón, suponiendo el fin de la lactancia.
Se conoce como lactancia materna exclusiva cuando el bebé se alimenta únicamente de leche materna, sin tomar nunca suplementos de leche de fórmula o artificial.
La lactancia tiene que ser siempre a demanda. Esto significa que se dará el pecho al bebé cada vez que este lo pida, mediante señales de hambre tempranas o tardías (como el llanto).
Para una lactancia materna exclusiva exitosa, no conviene contar las tomas que se dan al día ni la duración de cada toma.
El bebé es capaz de autorregular su apetito y este provocará un aumento o disminución de leche en la madre. Así, un bebé que demanda mucho y vacía cada poco tiempo el pecho provocará una mayor producción de leche.
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Importantes entidades de referencia, como la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Española de Pediatría recomiendan alimentar a los bebés a ser posible hasta los
.Sin duda, el mayor beneficio de la lactancia materna es para el propio bebé.
La leche materna contiene más de 300 componentes: nutrientes, proteínas, grasas, azúcares, vitaminas, minerales, anticuerpos e incluso protectores ante el
. Algunos de los múltiples beneficios de la leche materna son:Las primeras horas después del parto son cruciales para el éxito de la lactancia materna. Es importante que el bebé se ponga nada más nacer en el pecho de la madre, y hagan contacto piel con piel el mayor tiempo posible, como mínimo
.Es durante este contacto piel con piel cuando el bebé comenzará espontáneamente a buscar el pezón de mamá, realizando movimientos de cabeceo y empleando todas su energías en conseguirlo.
Una vez que se produce el agarre espontáneo y el bebé mama el calostro, este se relajará.
Para el éxito durante el primer mes de lactancia, es vital que estas primeras horas mame lo máximo posible, ya que así estará estimulando la producción de leche en la madre.
A las 48-72h se dará la subida de la leche en el pecho, aumentando estos su tamaño y poniéndose tersos y llenos. Todo un deleite para el recién nacido.
A partir de ahora, lo único que estimula la producción de leche es la propia succión del bebé: se debe ofrecer cada vez un pecho, el que se note más lleno, y es importante que durante la toma se vacíe por completo.
La producción de leche se autorregula: si queda leche en el pecho después de la toma, el cuerpo entiende que está preparando demasiada leche y reducirá la producción.
Si por el contrario el bebé succiona hasta vaciar por completo el pecho, el cuerpo segregará más leche.
Este primer mes oirás consejos de todo tipo, muchos de ellos con buenas intenciones pero ningún sentido científico o anticuados: dar 10 minutos de cada pecho cada 3 horas. Cada bebé mama a un ritmo diferente y con una frecuencia distinta. Para una lactancia exitosa no estés atenta al reloj, sino a los signos de hambre de tu bebé.
Para dar el pecho al bebé hay distintas posturas de lactancia que puedes probar.
Vas a pasar muchas horas al día dándole de mamar por lo que es muy importante que estés cómoda.
Puedes hacerlo tumbada boca arriba con el bebé encima de ti, con el bebé en brazos mientras estás sentada, con el bebé en uno de tus costados como si cogieras un balón de rugby, acostada de lado, de pie... ¡Como más disfrutéis los dos!
Por donde el bebé hace más succión es en la parte del pecho pegada a su barbilla.
Por ello, si vas cambiando de posición asegurarás que el vaciado del pecho sea completo, evitando así posibles bultos y retenciones de leche.
Elijas la postura que elijas, verifica siempre los siguientes puntos:
Un buen agarre es necesario para que la succión del pecho sea correcta y no te duela al dar de mamar, lo que terminará provocando grietas en el pezón. Por ello, mientras dés el pecho al bebé tienes que comprobar:
Un agarre incorrecto es incompatible con la lactancia materna. Si no es adecuado, la succión del pecho será peor, dejando leche retenida que podría dar lugar a ingurgitaciones mamarias en tu pecho, que al infectarse forman mastitis.
El permiso por lactancia es una ayuda para padres y madres con un bebé menor de 12 meses, ya sea alimentado por lactancia materna o lactancia artificial.
Consiste en una hora libre al día desde el momento de incorporación al trabajo tras el permiso por nacimiento hasta que el bebé cumpla los 9 meses (prorrogable a 12).
Esa hora libre puede disfrutarse por horas o en dos tramos de 30 minutos (pudiendo incluso dar lactancia materna en el trabajo), y tras acuerdo con la empresa también se puede optar por disfrutar del permiso por lactancia acumulado.
Es decir, si desde que te incorporas al trabajo hasta que tu bebé cumpla los 9 meses quedan 112 días laborales.
Puedes librar 1 hora cada uno de esos 112 días laborables o podrías disfrutar de todas esas horas de permiso en días completos.
Siguiendo el ejemplo anterior, para una jornada laboral de 8 horas al día quedaría: 112 horas / 8 h al día = 14 días completos. Este permiso se puede disfrutar cuando mejor venga a cada familia, no superando nunca los 12 meses de edad del bebé.
Cuando un bebé se alimenta con leche de fórmula no hay problema en ofrecer desde el principio el chupete.
Sin embargo, cuando amamantas a tu bebé no conviene introducirlo hasta que esté la lactancia instaurada, siendo mejor esperar a que el bebé cumpla el mes, no ofreciéndolo nunca antes de los 20 días.
Esto se debe a que los primeros días el bebé aún no es un experto mamando, por lo que podría empezar a rechazar el pecho en lo que se conoce como la confusión tetina-
.También podría ocurrir en lactancia mixta con la tetina de los biberones.
Una vez que tu bebé tenga un mes de vida, anímate a introducir el chupete. Es un protector de la muerte súbita y un alivio para los bebés, calmándoles mucho, relajándoles y facilitando que concilien el sueño
Dar de mamar no tiene que doler. Esto nos tiene que quedar muy claro. Si en algún momento sientes dolores, suelta el agarre del bebé y vuelve a colocarle.
No te hagas la valiente y aguantes, ya que lo que al principio es leve en cuestión de días puede convertirse en un dolor insufrible, motivo por el cual terminan muchas lactancias.
Estos son los principales problemas que pueden surgir durante la lactancia materna:
Aunque la lactancia no tiene que doler, es normal sentir molestias al principio. Aunque el agarre sea correcto, los pezones se pueden sentir doloridos y cansados.
. También puede sentirse molestias cuando se da el reflejo de eyección: cuando empieza a salir la leche cuando el bebé mama. Molestias, pero no dolor.