La lactancia artificial es la alternativa a la lactancia materna con biberones de leche de fórmula. Aunque la lactancia materna está más recomendada, la artificial tiene algunos beneficios.
Tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud, el mejor alimento para un bebé es la
.Sin embargo, en ocasiones en las que no es posible, ya sea por problemas en la producción de leche, en el establecimiento de la lactancia materna o por decisión propia de la madre lo más recomendable para un recién nacido es la lactancia artificial, la cual garantiza la nutrición del bebé.
La lactancia con leche artificial o lactancia con leche de fórmula consiste en nutrir al bebé con leches preparadas artificialmente imitando a la leche materna. La leche de fórmula se realiza partiendo de leche de vaca, y contiene todos los nutrientes necesarios para el desarrollo del bebé físico y mental.
Durante la lactancia artificial los bebés son más propensos a tragar aire que en la lactancia materna.
Por ello, es muy importante que después de cada biberón se mantenga al bebé de manera vertical unos minutos, para facilitar que eructe.
Además, conviene utilizar biberones anticólicos, para que no cojan tanto aire y se reduzcan las posibilidades de sufrir los temidos cólicos del lactante.
Del mismo modo que la lactancia materna , la lactancia artificial es a demanda: le daremos al bebé un biberón con leche de fórmula cuando éste lo pida.
Por ello, no hay que estar atentos al reloj, sino a las señales de hambre del bebé.
Seguro que has oído la recomendación: dale 120ml cada 3 horas. Esto no tiene ningún sentido. Cada bebé tiene un apetito diferente y demandará por ello leche con una frecuencia distinta. A veces comerá menos de 120ml y a veces más. Igual que nosotros no comemos exactamente lo mismo cada X horas, ellos tampoco.
En lactancia artificial las cantidades varían mucho de un bebé a otro. Generalmente, los bebés que se alimentan con lactancia artificial desde recién nacidos tienden a separar más las tomas que en lactancia materna.
Esto se debe a que cuando el bebé demanda el pecho, no sólo demanda alimento, sino calor, succión, cercanía... Sin embargo, un bebé que se alimenta con leche de fórmula asocia el biberón a la alimentación, por lo que conviene cubrir sus necesidades de succión con el chupete.
El chupete es muy recomendable para los bebés que se alimentan con lactancia artificial.
Como el biberón se toma más rápido que el pecho, pueden echar en falta la succión, que les tranquiliza, relaja y hace sentir seguros.
Cuando preparemos leche de formula, siempre debe hacerse manteniendo la siguiente proporción: 30 ml de agua por cada cacito enrasado de leche. Por ello, podemos preparar leche en multiplos de 30:
Cómo preparar leche de fórmula | ||
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Mililitros de leche a preparar | Mililitros de agua necesarios | Cacitos enrasados |
>30ml | 30ml | 1 cacito |
>60ml | 60ml | 2 cacitos |
>90ml | 90ml | 3 cacitos |
>120ml | 120ml | 4 cacitos |
>150ml | 150ml | 5 cacitos |
>180ml | 180ml | 6 cacitos |
>240ml | 240ml | 7 cacitos |
Como es lógico, al sumar la leche en polvo con el agua siempre nos saldrá una cantidad mayor de leche de fórmula que la de agua que hemos utilizado.
¿Cómo se da el biberón? Para dar un biberón es importante que el bebé esté en posición algo incorporada (ni tumbado del todo ni totalmente sentado).
Para que no coja aire al beber, tendremos que mantener el biberón inclinado, asegurando que la tetina está siempre llena de leche.
De todas formas, si la tetina se vacía y el bebé empieza a tragar aire lo oiremos. Tampoco hay que forzar al bebé a comer más una vez que empiece a rechazar el biberón.
Los bebés sacan la leche de fórmula del biberón con más facilidad que la leche materna, por lo que tienden a comer más rápido en lactancia artificial.
Existen tetinas de distintos flujos: flujo lento, medio y rápido, por lo que si nuestro bebé es un tragoncete y se acaba el biberón en 3 minutos, será interesante utilizar una tetina de flujo lento.
Una técnica para dar el biberón conocida es el método Kassing, el cual consiste en dar la toma imitando la lactancia materna, reduciéndose la confusión tetita- .
La toma del biberón no debería nunca tardar menos de 15 minutos, por lo que es mejor en esos casos usar una tetina de flujo lento y evitar que coma con ansiedad, lo cual puede ocasionar cólicos en el bebé.
Al igual que en la lactancia materna, el momento del biberón es ideal para fortalecer el vínculo con tu bebé. Aprovecha a acariciarle el pelo, agarrarle las manitas, cantarle, hablarle... será ideal también para que esté tranquilo durante la toma.
Aunque la lactancia materna sea el método recomendado por entidades referentes en el sector, como la Organización Mundial de la Salud o la Asociación Española de Pediatría, hay situaciones particulares:
A veces, no se quiere hacer lactancia materna por cualquier motivo o no es suficiente para alimentar al bebé, como es el caso de la lactancia mixta.
La lactancia artificial es igual de respetable que la lactancia materna, el vínculo con el bebé no tiene por qué verse afectado y no se relaciona con ningún problema de salud.
Podemos distinguir una serie de beneficios y desventajas de la lactancia artificial.
La lactancia artificial, a pesar de ser muy criticada por los que somos defensores de la lactancia materna, presenta una serie de ventajas:
A pesar de que la lactancia artificial tenga beneficios y aspectos positivos, las desventajas son mayores que los beneficios. Si quieres y puedes dar lactancia materna no andes buscando pros y contras: la teta mejor que el bibe.
Estas son algunas de las desventajas de la lactancia artificial:
Hay una serie de situaciones en las que hay que alimentar a nuestro bebé con lactancia artificial.
El primero y más claro es que la madre no quiera dar el pecho. Parece que una madre no quiera dar lactancia materna a su bebé fuera un delito, cuando es una elección tan respetable como cualquier otra y que pertenece sólo a ella.
Ya está bien de juzgar a las madres. Si no quieres dar el pecho estás en todo tu derecho y no hacen falta más explicaciones. No por ello eres mejor ni peor madre, ni va a afectar al vínculo con tu bebé. La maternidad ya es lo suficientemente compleja como para cargar con prejuicios y críticas a diario.
Además, se recurre a la lactancia artificial en estas situaciones:
Si has estado un tiempo amamantando a tu bebé, pero tienes que pasar a lactancia artificial o a lactancia mixta te verás en la necesidad de introducir a tu bebé el biberón.
Es mejor hacerlo con tiempo, poco a poco ya que en muchas ocasiones se muestran muy reacios (estaban muy agusto ellos con su teta).
Hay bebés que van a llorar desconsoladamente, mientras que a otros les gusta el biberón porque la leche sale más rápido que la del pecho: no necesitan apenas succionar.
Es importante que empieces a ofrecer el biberón cuando el bebé no esté excesivamente cansado ni hambriento.
Como suelen tener más hambre por la tarde y la noche, puedes probar por ejemplo a introducir el biberón en alguna toma de la mañana. Podemos ofrecerle la tetina para que juegue y la chupe, así se irá familiarizando con ella.
Es posible que al principio el bebé acepte mejor el biberón de cualquier persona antes que de mamá. Al final, el olor de la madre lo asocian al pecho y no les convence el cambio por el bibe. ¡No te agobies!, poco a poco los irá aceptando y tomando con normalidad. No fuerces nunca.
Al contrario que en lactancia materna, en la que las cacas tienden a ser amarillentas, las cacas de lactancia artificial son verdosas, con aspecto pastoso.
No pasa nada si el bebé no hace caca todos los días, pero deberemos vigilar que cuando la haga no le duela y esta no sea dura: estará estreñido..
Si tiene menos de 6 meses no, a partir de ahí sí. Antes de los 6 meses los bebés pueden tomar única y exclusivamente leche materna o leche de fórmula, nada más.
No, es un mito. Es verdad que tienden a comer más cantidad en cada toma, pero espacian más las tomas por lo que no comen más necesariamente.
Puedes y debes. Los bebés alimentados con lactancia artificial no cubren del todo su necesidad de succión, ya que comen en menos tiempo que en lactancia materna.
El chupete está recomendado por ello, ya que les relaja, les ayuda a conciliar el sueño y es un protector contra la muerte súbita.